Charles Lamb dijo una vez: "Nuestros espíritus se vuelven grises antes que nuestros cabellos". En parte estoy de acuerdo, y en parte, no. Es cierto que la edad juega un papel importante en el cansancio por la vida y en la falta de ilusiones. Pero también es cierto que no tenemos más que esta vida y que debemos procurarnos ilusiones y felicidad ininterrumpidamente durante el tiempo que nos dure. Y eso es trabajo nuestro.
Uno de los peores enemigos de la ilusión es la rutina. Hacer las mismas cosas, conseguir los mismos resultados, esperar que el día de mañana sea igual que el de hoy con la esperanza de que, por lo menos, no sea peor, es una manera de morir en vida. La rutina convierte nuestro suelo en arenas movedizas, en las cuales nos vamos hundiendo irremisiblemente, hasta que llega un momento en que estamos tan enterrados que aunque alcemos los brazos no conseguimos salir de ahí. La oscuridad nos envuelve y nos sentimos viejos, independientemente de la edad que tengamos.
No permitas que tus días sean una sucesión de fotografías idénticas y aburridas. Tú eres el único responsable si tus ilusiones se están muriendo. Mantente vivo. Mantenlas vivas.
En memoria de Sergio, quien se quitó la vida con 27 años un día como hoy hace tres, y que no supo mantener viva la ilusión.
Con amor y un cabreo tremendoMilos Benson Brais