Milos Benson Brais
Se acabó el trabajar gratis
Tu tiempo es oro. Ya estarás cansado de escucharlo pero no por eso es menos cierto. Hacerse rico es un trabajo más intelectual que físico. Necesita de nuestros sentidos (los cinco y alguno más que desarrolles) y también de nuestro tiempo. Cada vez que estés tentado de decirle a algún amigo que tú le cambias la cañería rota o que le instalas una verja en el jardín (o cualquier otra cosa que se te dé bien por tu profesión actual) piensa que le estás regalando tu tiempo. Así que, ya que vas a hacerlo, por lo menos cóbralo. Ya tendrás tiempo de ser generoso con tus amigos cuando seas rico, y lo mejor es que entonces tendrás todo el tiempo del mundo. Pero hasta ese momento, no se te ocurra volver a trabajar gratis. Si eres de los que siempre hacen favores a sus amigos hacer esto te costará horrores. Pero si después de hacerles gratis la instalación eléctrica de la casa o de ampliarles la cocina, o cambiarles los filtros de la osmosis o arreglarles el water, llegas extenuado a tu casa y con la sensación de que no te lo agradecen lo suficiente, empieza a cobrarles. A ellos no les va a parecer mal (a no ser que sean unos roñosos consentidos) y tú no estarás desperdiciando del todo tu tiempo. Otra cosa es que disfrutes realmente regalando tus dones a tus amigos. Pero si quieres hacerte rico, regálate tus dones a ti primero, que luego, cuando goces de la libertad económica, ya tendrás tiempo de hacer cosas por ellos.