Milos Benson Brais
He leído tus consejos y necesito algo más específico
He leído tus consejos y necesito algo más específico
¿Más específico? ¿Como qué?
No puedo decirte que inviertas tu dinero en tal o cual negocio, que compres o vendas acciones de tal o cual empresa. No puedo aconsejarte que abras un negocio propio ni asegurarte que te vaya a ir bien. No puedo pedirte que abandones tu trabajo actual por otro mejor. No funciona así.
¿Y cómo funciona?
En realidad ya lo sabes. Lo sabes desde el principio. Prepararse para ser rico es desembarazarse de las ideas preconcebidas sobre el dinero, tener ganas de mejorar, empaparse de lecturas edificantes sobre la riqueza, escuchar a quienes saben, no tener miedo, ponerse en marcha ya, ahora mismo, y conseguir cuanto antes el estado mental necesario para hacerse rico. Esta es la parte más importante. La parte crucial. Tienes que empezar a pensar como los ricos. No actuar como los ricos, eso más adelante, pero sí pensar como ellos. Los ricos han llegado a serlo porque piensan diferente. Los verdaderos ricos, aquellos que aunque pierdan toda su fortuna son capaces de levantar un nuevo imperio de sus ideas, piensan diferente al resto de los mortales. Prepara tu mente para la riqueza, siente que ya eres rico, sé consciente de que todo ese dinero llegará, y empezará a llegar. No vendrá mágicamente, ni te lloverán cheques en el correo como aseguran en El Secreto. El dinero vendrá porque estarás preparado para recibir las ideas que te harán rico, y estarás preparado para hacerlas realidad. Verás las oportunidades cuando aparezcan y las atraparás al vuelo. Sabrás cuando tienes delante una idea que vale millones y más importante aún, se te ocurrirán a ti. Estarás tan convencido de que ese es tu destino que tu subconsciente buscará mientras duermes la forma de hacer tus sueños realidad.
La riqueza es al fin y al cabo un estado mental. El rico auténtico ha alcanzado ese estado mental. Piensa diferente al resto y actúa diferente al resto. No tiene miedo de sus ideas, no teme ponerlas a prueba. No le asusta equivocarse porque sabe que hay que fallar mil veces para poder acertar una, y no hablo de probabilidad sino de aprendizaje.
Ya es hora de que te prepares para ser rico. De hecho, si lo haces concienzudamente, serás rico antes de serlo. Pensarás como los ricos y recorrerás el camino hacia la cumbre casi sin darte cuenta.